CARACAS. Esta acción pondrá a prueba la voluntad de la nueva administración para comprometerse en un supurante tema que ha tensionado incluso más las relaciones de Estados Unidos con Venezuela y Cuba.
CARACAS.- Venezuela presionará a la administración Obama en los días siguientes para que extradite a un prominente oficial de la policía secreta de inteligencia del mismo país, para que así pueda enfrentar un juicio por el atentado en 1976 de una aeronave cubana, en el cual 73 personas murieron, con base en información de abogados del gobierno en esta ciudad.
Esta acción pondrá a prueba la voluntad de la nueva administración para comprometerse en un supurante tema que ha tensionado incluso más las relaciones de Estados Unidos con Venezuela y Cuba. Ambas naciones han descrito el caso de Luis Posada Carriles, anciano exiliado cubano que se naturalizó venezolano y ex operador de la CIA, como un ejemplo de hipocresía por parte de Washington en su combate al terrorismo.
Posada, actualmente de 80 años de edad, enfrenta cargos aquí por la autoría intelectual del atentado con bomba en un avión de Cubana de Aviación mientras volaba sobre Barbados, matando a la totalidad de los 73 pasajeros en su interior, incluidos docenas de civiles cubanos y una niña guyanesa de nueve años de edad. Fue el primer acto de terrorismo en pleno aire del Hemisferio Occidental, el más sangriento de una serie de atentados con bombas enfocados al debilitamiento del gobierno de Fidel Castro.
En el momento del atentado, Posada estaba operando una empresa de seguridad privada en esta localidad, luego de haber estado al frente de altos puestos en la policía de inteligencia de Venezuela. Estuvo encarcelado en Venezuela durante nueve años, mientras enfrentaba cargos por haber tramado el bombazo con otro exiliado cubano, pero, en 1985, logró escapar a El Salvador a bordo de un barco camaronero.
Posada ha vivido en libertad en Miami desde 2007, cuando un juez federal en Texas desechó una acusación formal en su contra bajo cargos de haber cometido un fraude de inmigración. Él había entrado a Estados Unidos desde México, y estuvo detenido por dos años hasta su liberación. Actualmente pasa sus días pintando paisajes, que se venden por docenas en exposiciones en Miami que son frecuentadas por un menguante, aunque poderoso, grupo de curtidos exiliados anticastristas.
"La administración Bush no quería extraditar a Posada", dijo José Pertierra, abogado en Washington que representa al gobierno venezolano. "Abrigamos la esperanza que la administración Obama vea el caso otra manera".
Laura Sweeney, una de las portavoces del Departamento de Justicia en Washington, se negó a ofrecer comentarios acerca de la petición de extradición por parte de Venezuela.
Venezuela presentó su solicitud por primera vez en 2005, cuando Posada apareció en Miami tras ser liberado de la cárcel en Panamá, donde lo habían hallado culpable bajo cargos de conjurar para matar a Castro. Desde esos días, el Presidente venezolano, Hugo Chávez, ha seguido el ejemplo de Castro en la forma que usa el caso para criticar a Estados Unidos por no haber logrado extraditar o encarcelar a un militante implicado en las muertes de docenas de civiles.
Pertierra, el abogado de Venezuela, dijo que el gobierno de Chávez ahora presentaría pruebas adicionales que vinculan a Posada con el atentado, incluidas las notas de exploración de Hernán Ricardo, empleado venezolano de la empresa de seguridad privada de Posada en la época del ataque en el avión de Cubana de Aviación. Estas notas, de las cuales se informó que oficiales venezolanos encontraron en cateos de la casa y oficina de Posada, muestran las actividades de vigilancia de Ricardo sobre objetivos caribeños que tienen "un nexo con Cuba" para ataques potenciales, incluido el vuelo que salió de Barbados. Varios ataques más en contra de objetivos, descritos en las notas, fueron perpetrados en 1976, incluido el bombazo de la Embajada de Guyana, en Trinidad.
"La credibilidad de Estados Unidos para combatir el terrorismo vuelve imperativo que la nueva administración lleve el caso de Posada hacia la justicia", dijo Peter Kornbluh, especializado en Cuba por el Archivo de Seguridad Nacional, organización en la Universidad George Washington que ha dado a conocer documentos sobre Posada, incluidas las notas de espionaje de 1976. No obstante, Kornbluh agregó: "El lamentable estado de las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela ocasionará que surjan dificultades políticas para que la administración Obama tan siquiera incluya la extradición de Posada a Caracas en la cima de las prioridades".
Otra opción que pudiera surgir para la administración Obama sería la de extraditar a Posada a Panamá, donde la Suprema Corte revocó el año pasado el indulto que él recibió de quien era la Presidenta en 2004, Mireya Moscoso. Este fallo judicial ya dio origen a un debate en Panamá con respecto a la solicitud de extradición de Posada para que, de esta manera, él pueda terminar su condena en prisión allá. "Con Obama, nos esperamos que pueda llevarse a cabo una limpieza del pasado", dijo Jesús Marrero, de 62 años de edad, ex guerrillero en Venezuela que alega haber sido torturado por la policía de inteligencia del país cuando estaba bajo la supervisión de Posada.
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Hace 7 años
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