Caracas, diciembre 21 (REDACTA).- En el lapso comprendido entre la tarde del viernes y la mañana de este domingo, a la medicatura forense de Bello Monte ingresaron los cuerpos de 35 personas fallecidas en diferentes situaciones de violencia registradas en la ciudad capital. En lo que va de diciembre, a la morgue han ingresado 343 cadáveres.
Entre los casos de homicidio se encuentra el de Byron Batista, de 20 años de edad, quien fue asesinado de varios disparos presuntamente para robarle sus pertenencias, luego de asistir a una fiesta en el sector Las Tres Puyas del populoso barrio Nuevo Horizonte de Catia.
Según explicaron familiares del occiso en la medicatura forense de Bello Monte, el joven fue ultimado alrededor de las 3:00 de la madrugada de este domingo, y presumen que el móvil del asesinato fue el robo, por cuanto fue despojado de sus pertenencias.
Batista residía con su padre en Petare, al este de la ciudad capital, y el sábado, pese a las advertencias hechas por su propia madre de que no la visitara por lo peligroso del sector, decidió ir a verla a Nuevo Horizonte, donde llegó alrededor de las 8:30 de la noche. Allí se presentó aproximadamente a las 3:30 de la madrugada un amigo para invitarlo a una fiesta que se celebraba en el barrio, y a los 30 minutos sus familiares se enteraron a través de un llamado telefónico de un vecino, que el joven estaba tendido muerto en medio de la calle. Era único hijo y ayudaba a su padre como buhonero vendiendo artículos variados en la autopista Francisco Fajardo, a la altura de la urbanización Altamira.
Por su parte, Edgard Salas, de 22 años de edad, alrededor de las 8:50 de la noche del sábado, fue asesinado de varios disparos para robarle la moto que conducía por el sector El Mirador de Guarenas, Estado Miranda.
Según señaló su tía Ivaire Belisario, el joven vivía en el sector 4 de la población de Guarenas, tenía tres meses trabajando de obrero en la empresa Sidetur, estaba cumpliendo cuatro meses de casado, y no deja hijos.
Otro caso de violencia callejera se registró en la Calle Real de Los Flores de Catia, donde Roberto Alexis Díaz Beltrán, de 25 años de edad, fue asesinado de dos impactos de bala que recibió en el abdomen y en la espalda, propinados por dos sujetos desconocidos que se desplazaban a bordo de un auto marca Fiat Uno, color gris. Mortalmente herido fue trasladado al Hospital Periférico de Catia, donde ingresó muerto.
Luis Alberto Díaz Beltrán, hermano de la víctima, expresó que el homicidio se produjo a eso de las 3:30 de la madrugada del viernes, cuando su familiar llegaba a casa luego de asistir a un festejo en el sector. El fallecido trabajaba como vigilante de seguridad en un casino en la céntrica avenida Urdaneta, y deja huérfana a una niña de tres años y a su esposa a punto de dar a luz.
Mientras que en la parte alta del barrio Turumo de Caucagüita, en Petare, Leonard José Villapolo, de 28 años de edad, se encontraba acompañado por un amigo a bordo de su vehículo marca Ford Fiesta, que se les accidentó y trataron de poner en marcha dejándolo correr por la bajada El Chorrito del mencionado sector, pero no lo lograron.
Cuando se auxiliaban con una batería, alrededor de las 4:30 de la tarde del sábado, apareció en el sitio una moto tripulada por dos sujetos, y el parrillero, un elemento conocido como “El Leto”, integrante de una banda de hampones que azota la zona, sin mediar palabras le disparó en cuatro ocasiones a la cabeza matándolo en el acto. El amigo acompañante lo trasladó hacia el Hospital Domingo Luciani de El Llanito, pero no había nada que hacer para salvarle la vida.
A Fernando Ramón Sánchez, de 29 años de edad, sus familiares no lo ven desde las 4:40 de la tarde del sábado, cuando cuatro sujetos a bordo de un vehículo marca Toyota, modelo Terios, color ladrillo, placa FBKP05, se presentaron, le dispararon y se lo llevaron esposado.
A la morgue se presentaron sus familiares buscándolo con la certeza de que el hombre fue ejecutado, y relataron que éste se encontraba sentado en una acera junto a unos amigos cuando de repente, se presentaron los individuos a bordo de la camioneta, quienes luego de hacerle cuatro disparos en diferentes partes del cuerpo, se lo llevaron. En momentos cuando le pusieron las esposas, antes de subirlo al vehículo, Sánchez gritó “no son policías y me van a matar”. Aunque este domingo no se tenía noticia de su paradero, se presume que fue ultimado por ajuste de cuentas con el hampa, o por venganza. Estaba siendo solicitado por tribunales de justicia, por estar supuestamente involucrado en el homicidio de un hombre.
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Hace 7 años
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