miércoles, 24 de diciembre de 2008

NIÑA MUERE ARROLLADA CUANDO ESPERABA REGALO DE NAVIDAD


Durante horas aguardó la llegada de misterioso hombre que todos los años reparte juguetes en calles

Triste Navidad. A pocas horas de la Nochebuena, una humilde niña encontró trágica muerte al ser embestida por una camioneta, cuyo chofer huyó, mientras esperaba a un misterioso señor que todos los años en esta fecha distribuye juguetes a los niños de la calle, en San Borja. La prima de la menor resultó con serias lesiones en el rostro.

Después de esperar durante varias horas al benefactor que supuestamente llegaría a las 8.00 de la noche a la intersección de las avenidas San Borja Norte con Aviación, Giovana Rosales Caqui (11) y su prima, Dalma Gianina Aira Caqui (12), se sentaron en una vereda, a las 10.00 de la noche.

En tanto, la tía de la menor, Elizabeth Caqui Aguirre (38), quien desde hace dos años vende caramelos en esta zona, se dirigió al paradero.

Lamentablemente, en el instante en que las menores se disponían a seguir a la mujer, una moderna camioneta 4x4 color plateada pasó por el lugar a excesiva velocidad. "Ocurrió en segundos. Las dos estábamos agarradas de los brazos y cuando el carro pasó, la golpeó y la jaló a la pista. Como estábamos juntas me arrastró a mí también", relató Aira Caqui.

El conductor del vehículo se dio a la fuga y las menores fueron auxiliadas por los transeúntes que llamaron a los paramédicos, pero era demasiado tarde para Giovanna Rosales.

"Pensé que estaban peleando, pero cuando las vi en la pista, mi hija estaba golpeada y Yovi tenía la cabeza destrozada, con los sesos expuestos", recordó la tía de la occisa, quien cursaba el quinto grado de primaria en el colegio Karol Wojtyla, en San Juan de Lurigancho.

La pequeña Dalma Gianina resultó con un severo golpe en el lado derecho del rostro y hematomas en su mano derecha.

La madre de la occisa, Orfa Caqui Aguirre (35), señaló: "Mi hija sabía que un señor les daba regalos a sus primos y este año quiso ir. Me rogó que le diera permiso y la dejé".

La humilde familia espera recibir ayuda para sacar el cuerpo de la menor de la morgue, pues el sueldo de vigilante del jefe de familia, Antenedoro Rosales Cheico, no alcanza para los trámites.

La niña vivía con sus padres y cuatro hermanos menores en su casa de la manzana E, lote 3 del A. H. Javier Pérez de Cuéllar, en San Juan de Lurigancho.

Por su lado, la Policía examina las imágenes del accidente que habrían sido registradas por las cámaras de seguridad instaladas en la zona, a fin de dar con el paradero del causante de la tragedia. (P. Agüero)
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