La Jefatura de Control de Empresas de Seguridad Física (Jedecoes) recomienda contratar servicios que ofrezcan todas las garantías y verificar su legalidad en la Policía.
Los vigilantes privados están en toda la ciudad de Cochabamba, pero no todos ofrecen la garantía que se necesita. Sólo diez empresas están autorizadas por la Jefatura Departamental de Control de Empresas de Seguridad Privada (Jedecoes), en tanto que cinco están con sus documentos en trámite y trece prestan servicios ilegalmente.
La jefa de Jedecoes en Cochabamba, Cnl. Irene Quisbert recomienda que antes de formalizar contratos de prestación de servicios de seguridad privada, se exija la resolución que autoriza su funcionamiento. El documento es emitido por el Comando General de la Policía y ratificado por el Ministerio de Gobierno.
La autorización es para cada departamento, aclara Quisbert, a tiempo de invitar a la población a consultar la legalidad de las empresas al Jedecoes, ubicado en el Comando de Policía en la plaza 14 de Septiembre. También se puede requerir información al teléfono 4510222.
Quisbert advierte que algunas empresas, utilizando espacios publicitarios de medios de comunicación, ofrecen trabajos de vigilantes de seguridad privada en barrios, centros de comercio públicos, privados y otros, sin contar con el permiso de funcionamiento que garantiza la responsabilidad de la empresa. Incluso se advierte que algunas empresas “estarían trabajando conjuntamente con bandas delincuenciales”, por lo que insinúa tomar precauciones de seguridad.
Quisbert señala que han proliferado las organizaciones ilegales de seguridad y cuyos vigilantes se han visto envueltos en algunos casos de robo y otros, o actuaron como cómplices de delincuentes avezados, por lo que la Policía advierte tomar las precauciones del caso.
Recuerda el caso de una joyería ubicada al centro que recibió la advertencia de contratar un vigilante de una empresa autorizada, pero la propietaria se portó altanera y dijo que el guardia era su empleado. Pocos días después, la misma joyería sufrió un robo y el vigilante estaba involucrado.
El Jedecoes tiene la misión de hacer cumplir el Reglamento de las Empresas de Seguridad Privada Nº 222544 que establece todas las normas y pautas para la supervisión y control de la seguridad privada.
Ante las faltas, Jedecoes tiene la potestad de amonestar de manera expresa y suspender temporal o definitivamente, de acuerdo a la gravedad de las transgresiones. Entre las quejas recientemente recibidas está que algunas empresas ilegales no pagan a sus empleados.
Devolución de las pérdidas
Quisbert recomienda evitar contratar a cualquier persona en el área de seguridad, sin conocer dónde vive y si tiene antecedentes policiales.
“Los vigilantes de las empresas legales son responsables en caso de robo o hurto. Devuelven lo perdido”, señala un documento de Jedecoes. Además los vigilantes de empresas legales ofrecen garantía para trabajar, deben estar atentos todo el tiempo y, en caso de ausencia de un vigilante, el empresario reemplaza de inmediato al mismo.
En caso de accidentes que sufran los vigilantes, la empresa cubre los gastos y provee a sus trabajadores de radios o celulares, así como de supervisión permanente. En cambio, las empresas de seguridad privada sin resolución ministerial no garantizan seguridad, se desconoce si el personal tiene antecedentes policiales, se desconoce sus domicilios y no son responsables por los hechos y delitos que se susciten.
En las empresas de seguridad que funcionan ilegalmente hay personas que quieren estar al margen de la ley y se resisten a cumplir el reglamento.
Apertura
Quisbert afirma que la Policía abrió la posibilidad de trabajo de las empresas de seguridad privadas porque los efectivos de la Policía no cubren toda la extensión de la población y por ello requieren del apoyo de las empresas privadas de seguridad, así como de la población en general.
Actualmente, los vigilantes privados están en centros educativos, cajeros automáticos, viviendas, centros comerciales y urbanizaciones.
Los vigilantes privados están prohibidos de usar armas según el Decreto Supremo 29534 y la Policía puede confiscarlas si constata el uso ilegal de ellas. Respecto al proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana que abre la posibilidad de uso de armas de los vigilantes privados, la jefa de Jedecoes considera “difícil“ esa probabilidad.
Explica que, ante la eventualidad de algún delito, los vigilantes deben notificar a la Policía y no usurpar funciones.
La jefa de Jedecoes anuncia que se citará a las empresas ilegales y si no entran en el marco legal serán clausuradas con presencia de un fiscal. Ante la posibilidad de que cambien de nombre y sigan operando, Quisbert solicitó ayuda de la población para que se denuncie esta eventualidad.
Control
El control de Jedecoes es integral y va desde la apariencia de los vigilantes hasta las características de la empresa pues se recibió denuncias de que “algunos usan aretes y melena y no inspiran confianza”.
Quisbert alerta que ante la proximidad de las fiestas de fin de año se incrementa la demanda de servicios de seguridad y de vigilantes, por lo que es importante que se contrate a empresas con resolución de funcionamiento para Cochabamba y autorización de Jedecoes.
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Hace 7 años
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